¿Le ha pasado que come y al rato tiene una sensación de llenura, gases o una leve presión en el bajo vientre?, podría estar ante una inflamación o irritación del colon.
La gastroenterólogo Blanmyll Ávila, explica que esos síntomas pueden ser el resultado de un comportamiento irregular de esa parte del aparato digestivo, y que tomando algunas precauciones pudieran aliviarse o evitarse.
La doctora explica que el colon es la última parte del tubo digestivo, que tiene como función el intercambio de agua y electrolitos. En la parte superior o colon ascendente es donde se procesa lo que ingerimos, su función es absorber el agua de los alimentos y realizar el intercambio de electrolitos (sales, sodio, cloro, potasio); una vez que se da este proceso, en la parte final o descendente se acumulan los residuos o sustancias de desecho para que sean expulsados.
Cuando hay alteraciones en la absorción del líquido por alguna inflamación de la mucosa o por otro padecimiento, se afecta el tránsito intestinal y se producen trastornos en el organismo que ocasionan gases, episodios de diarrea o estreñimiento.
Por lo general estas afecciones se dan por el exceso de comida, por el consumo de alimentos altos en grasa o bajos en fibra y por no tomar suficiente líquido. También puede darse porque a partir de cierta edad el organismo llega a tener intolerancia hacia algunos alimentos, como, por ejemplo, a la lactosa, "pero eso no es una enfermedad sino una condición que puede darse en la vida adulta" aclara la gastroenterólogo.
Si usted se encuentra en esta situación, seguramente le servirán estas recomendaciones de la especialista:
- Tomar suficiente líquido para mantener el cuerpo hidratado y evitar el estreñimiento. Al hidratarse también estará garantizando la reposición de electrolitos (que son los que regulan la cantidad de líquido en el cuerpo, en los músculos y en las neuronas)que se pierden al sudar en exceso o en episodios de diarreas.
- Mantener una dieta balanceada, que incluya por lo menos un ingrediente de cada grupo nutricional. Procurar hacer 3 comidas equilibradas con dos meriendas
- Consumir fibra para tener un buen ritmo evacuatorio, pero no conviene exagerar porque el exceso distiende e inflama el colon. Lo ideal es ingerir frutas con concha, vegetales verdes o cocidos y cereales como el arroz, cebada, avena o trigo.
- Aunque los vegetales deben incluirse en el menú, se debe dosificar la ingesta de alimentos que llenan de gases el intestino como brócoli, coliflor o repollo.
- Para garantizar el consumo de proteínas, opte por las carnes blancas de pollo y pescado que son las más recomendadas, porque las rojas son más pesadas y difíciles de digerir.
- Identificar si los lácteos y sus derivados como quesos, yogurt o cremas a base de leche producen cierto malestar, para así ubicar algún sustituto en productos descremados, deslactosados o a base de soja.
- Evitar alimentos que puedan ser irritantes por la grasa que contienen: frituras, salsas, lácteos, café, chocolates.
- En ciertas personas el exceso de azúcar o de harinas pudieran ocasionar gases o sensación de llenura.
- Evitar condimentos para sazonar como adobo, cubito o pimienta; en su lugar pueden utilizar aliños naturales como ajo, cebolla o pimentón con sal y especies.
- Realizar alguna actividad física para estimular el buen funcionamiento del sistema digestivo. Una caminata de 30 a 45 minutos resulta beneficiosa.
Aclara la doctora Ávila que no hay recetas únicas, que cada persona debe probar y observar lo que su cuerpo tolera o cómo reacciona ante ciertos alimentos pero "si se cuida la alimentación se estará cuidando el organismo".