Desincorporada de la radio, la periodista, acostumbrada a hablar de béisbol, se impuso otros abordajes comunicacionales al escribir teatro, actuar sobre las tablas y editar un cuento infantil. Los logros de @porlagoma -nombre que usa para identificarse en Twitter- los celebra con quienes conforman una de sus audiencias más interactivas, más de 50 mil abonados que la siguen en su cuenta de la red social.
¿Extrañas algo de la radio?
"De estos días de radio, ligera y 'prudente', no extraño nada. No quisiera nadar cuidando mis palabras, las palabras que he usado siempre, por temor... Disfrutaba la libertad".
¿Qué te faltó por decir desde la cabina?
"Despedirme de la audiencia que por 21 años me escuchó, tuve que hacerlo por Twitter".
¿Como plataforma de información, qué has descubierto de las redes sociales?
"Libertad, interacción inmediata, mucha información, diversidad y lo que más me gusta, afecto".
¿En Twitter tienes partidarios o seguidores?
"Creo que seguidores, buenos amigos, aficionados al béisbol, igual que yo".
¿A cuántos pitcheos malos le has hecho swing?
"Uffff, a muchos, a veces es inevitable, pero también he recibido bases por bola, incluso intencionales. También algunos hits".
Recuerda un pitcheo malo...
"Hace poco caí en la provocación de una persona que no merecía mi tiempo".
Y, en caso contrario, uno que te haya robado el corazón...
"Son montones también, todos los días recibo mensajes que me roban el corazón, creo que por eso sigo a casi cuatro mil personas".
¿Es legítimo bloquear a alguien en un espacio tan democrático?
"Sí, a esa gente que insulta y ofende, que usa palabras violentas, las bloqueo de inmediatillo. No soy tolerante con la intolerancia".
Un libro de béisbol sobre una niña. ¿Niña?
"Sí. El cuento de Lucía, la pelota que soñaba con llegar al Salón de la Fama lo escribí con la niña que llevo por dentro, que es a quien le gusta el béisbol".
¿De haber podido jugarlo, cuál posición sería ideal para ti?
"Catcher, eso de tener el equipo enfrente y ser quien recibe los pitcheos, partícipe activo del duelo entre el lanzador y el bateador, me fascina".
¿Por qué los beisbolistas tienen apodos de animales?
"(Se ríe) No sé, creo que como el resto de las personas, porque se parecen, como el 'Pájaro Fidrych' que parecía un pájaro en verdad, pero ha habido un 'descalzo', un 'ciclón', un 'melocotón' y hasta un 'cohete'".
¿Se lidia mejor con un 'toro' o con un 'potro'?
"Con un 'toro'. Un 'potro' no vale la pena a menos que llegue a ser caballo".
¿Cabe en el deporte el desborde de la ira?
"El deporte es pasión, eso es lo que pasa".
¿A cuál beisbolista le comprarías uno de sus discos?
"A Bernie Williams, ya lo he hecho".
¿Valoras a un deportista sólo por sus números?
"No, valoro mucho lo que hizo en el terreno, pero me interesa el hombre integral".
¿Tania en pelotas fue tu propia vida en pareja?
"No, para nada, a menos que haya sido al revés, que la que torturaba a mis parejas con el béisbol haya sido yo (se ríe), pero no creo".
De escribir teatro pasaste a dramatizarlo. ¿Razón?
"Quise probar y me gustó mucho".
¿Ya te sientes de igual a igual con las actrices duras del país?
"No, creo que aún me falta recorrer mucho, pero estoy contenta con lo que he hecho y he sentido, y también con la crítica de gente que respeto mucho, incluyendo las duras".
¿El proyecto que concretarás en el futuro inmediato?
"Una novela de béisbol que ya comencé a escribir. Con Uno más y la cuenta vamos por todo el país y también al Festival de Teatro Latino de Nueva York".
¿Tu reinvención es porque te aburres de hacer lo mismo o porque te abres puertas que otros te cierran?
"Creo que por las dos cosas, me gustan los retos, me gusta esa frase de Babe Ruth que dice: 'No puedes derrotar a quien nunca se rinde'".
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