
Aprenda a escuchar su corazón
Si sus latidos van y vienen y siente que el pulso es irregular consulte al médico, diagnosticar las arritmias cardíacas a tiempo puede salvar su vida y evitar un ataque cerebrovascular

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El corazón siempre ha sido el órgano asociado a las emociones y a los sentimientos; sin embargo, no siempre las variaciones en el ritmo de los latidos se producen por el efecto de un momento muy feliz o por una profunda tristeza. Las arritmias cardíacas son alteraciones en el ritmo del sistema eléctrico del corazón, lo cual puede denotar un signo y un síntoma de una enfermedad cardíaca. Muchas veces ocurren sin avisar y, en otros casos, dan señales de alerta como variaciones en el pulso (más lento o más rápido), falta de respiración, mareos, dolor torácico y otros cambios que debemos aprender a identificar para prevenir complicaciones.
El doctor Iván Mendoza, cardiólogo, electro fisiólogo, quien fue invitado especial en el XLIV Congreso Venezolano de Cardiología, describe dos grandes grupos, según sea el lugar donde se formen: las ventriculares -si es en los ventrículos-, y las supra ventriculares si ocurren por encima de los mismos.
"Quiero hacer un énfasis particular en el grupo de las arritmias supra ventriculares, dentro de las cuales están las auriculares y las nodales. Pongamos especial atención a la fibrilación auricular, que es una arritmia en la cual se produce una verdadera tormenta eléctrica en las aurículas del corazón. Una de cada cinco mujeres y uno de cada cuatro hombres, tendrá, al menos, un episodio a lo largo de su vida. Muchas veces es asintomático y en otros casos se presentan palpitaciones, sensación de que uno tiene una mariposa en el pecho o un caballo desbocado, mareos, pérdida de conocimiento y cansancio fácil", describe el especialista.
La principal complicación asociada a la fibrilación auricular es el accidente cerebrovascular (ACV). Es la más peligrosa de las de su tipo, según explica Mendoza, porque el coágulo que va al cerebro por fibrilación auricular es el más grande, el que produce mayor mortalidad o, en caso de que no ocurriese el deceso, el que deja las peores secuelas en el paciente.
El galeno, quien es jefe de cardiología experimental el Instituto de Medicina Tropical de la UCV, advierte que no todas las personas que padecen una fibrilación auricular corren el mismo peligro de embolismo, pero no por ello debe esperarse a sentir el primer síntoma para tomar acciones, porque en algunos casos la aparición de los primeros ya puede ser la señal de una catástrofe.
Hay ciertas características que aumentan ese riesgo
•Ser mujer: Ellas tiene más factibilidad de desarrollar un coágulo, aunque el hombre tenga mayor frecuencia de fibrilación auricular.
•La edad: El riesgo de embolismo es menor antes de los 65 años; aumenta entre 65 y los 74 años; y se duplica a partir de los 75 años o más.
•Ser hipertenso.
•Ser diabético.
•Tener insuficiencia cardíaca.
•Haber tenido infarto anteriormente o un ACV, lo que genera doble riesgo.
Toda persona que tenga varios de estos factores de riesgo, debe acudir al especialista para determinar si tiene que recibir terapia anticoagulante y, de esta manera, evitar un ACV. A lo anterior, el doctor Mendoza agrega y subraya: "El hombre que tiene fibrilación auricular y no se trata duplica el riesgo de mortalidad y si es mujer la triplica".
¿Qué causa la arritmia y en este caso la fibrilación auricular? Dos tercios de los casos son debido a factores prevenibles y de ellos el más frecuente es la hipertensión arterial. También son causas: la diabetes, la obesidad, el consumo de alcohol, de tabaco, uso de drogas ilícitas, hipertiroidismo, la apnea del sueño, enfermedades cardíacas como la cardiopatía isquémica, la de las válvulas del corazón; y otras como la enfermedad de Chagas. Luego, un porcentaje más pequeño son por factor hereditario.
Al ritmo de la batería cardíaca
Una de las formas de reconocer las arritmias cardíacas es aprender a escuchar las señales que emite el corazón, sobre todo cuando ocurren cambios en la frecuencia cardíaca (FC).
"El corazón es una batería que late normalmente a una frecuencia determinada y ésta varía según la edad. En los adultos la FC ideal es entre 50 y 65 pulsaciones por minuto (ppm) en reposo, con un tope en la mujer de 85 ppm y en el hombre de 80 ppm. Se llama bradicardia cuando la frecuencia cardiaca baja de 50-60 por minuto, y taquicardia cuando sube a más de 100 por minuto. Anteriormente, no se le daba tanta importancia a la FC como un marcador de riesgo de mortalidad, pero ahora sí, porque se sabe que está asociada con el riesgo cardiovascular y las arritmias. Mientras más lenta la FC, será mejor en cierto rango", señala el cardiólogo- electro fisiólogo.
Por eso es muy importante aprender a tomarse el pulso y hacerlo por lo menos cada tres meses, en estado de reposo, según indica Mendoza, para reconocer si hay cambios. "Normalmente el pulso es regular, entre un latido y otro es regular, pero si uno siente que varía ese ritmo y es cambiante, sube y baja, eso es signo de una arritmia cardíaca y puede ser señal de una fibrilación auricular".
Aprenda a tomarse el pulso
El sitio más fácil donde puede tomarse el pulso es en la muñeca de cualquier mano, siguiendo hacia arriba la línea del dedo pulgar por donde pasa la arteria radial. Lo mejor es tomar las pulsaciones durante un minuto para notar las variaciones, pero también puede medir el pulso durante 30 segundos y multiplicar el valor por dos. Si hay una irregularidad hay que consultar al médico y él realizará un electrocardiograma para reconocer la arritmia.
Muerte súbita
No todas las arritmias son graves. El especialista señala que existe un rango que va desde la llamada arritmia sinusal, que es normal en los niños con cambios en la frecuencia cardíaca con la respiración; hasta las arritmias letales, como es la fibrilación ventricular, la cual es responsable de la muerte súbita. El médico es el capacitado para establecer el diagnóstico.
La fibrilación ventricular, según describe Mendoza, es una otra tormenta eléctrica, pero esta vez en los ventrículos. En consecuencia, la muerte súbita se da en forma inesperada, en los primeros minutos del comienzo de los síntomas.
"La fibrilación ventricular es el disparador de la muerte de una persona con enfermedad cardíaca de base. En la mayoría de los casos se confunde muerte súbita con infarto y no son sinónimos. Lo que sí puede estar presente es enfermedad de las arterias coronarias y la persona no lo sabe", señala Mendoza.
Deje las rabietas
Curiosamente, las muertes súbitas son más frecuentes los lunes en la mañana, ¿casualidad? Pues no. Las hormonas del estrés suben en la mañana, las sustancias pro coagulantes aumentan, todo por un efecto del ritmo circadiano. También se incrementa el estrés psicológico por la inconformidad con lo que hay que realizar, insatisfacción con el trabajo... y una forma de expresarlo es la rabia.
"La rabia es una emoción natural, todos vamos a sentirla en varios momentos de nuestra vida, eso es inevitable, el problema es lo que hacemos con ella y cómo la manejamos. Cuidado, porque una rabieta de suficiente intensidad puede llevar a la muerte súbita", advierte Mendoza.
El especialista señala que hay una escala de las rabietas llamada la escala ONSET, que describe las siguientes etapas:
1) La persona está normal, sin nada.
2) Está un poco molesto, pero no se le nota mucho.
3) Está molesto y se le nota en la voz.
4) Ya está activo y aprieta el cuerpo, los dientes.
5) Aprieta los puños, golpea la mesa.
6) Está muy molesto y tira la puerta.
7) Perdió el control y es capaz de golpear a la persona o hacerse daño.
Los que están en la escala entre el 5, 6 ó 7 corren el peligro, durante dos horas, de tener una muerte súbita, una arritmia o un infarto, así sea una persona a la que no se le conozca enfermedad del corazón.
Hay personas que llevan la rabia por dentro y se la tragan, esas también corren peligro. Entonces: ¿Qué hacer con esa emoción negativa y cómo evitar un infarto? El doctor Mendoza da las siguientes sugerencias:
•Respire y cuente hasta 10. Así se relaja y evita una intoxicación general en el cuerpo.
•Posponga. Consulte con la almohada. Al día siguiente verá las cosas diferentes.
•Piense en las consecuencias antes de actuar.
•Busque un espejo y mire cómo se le desfigura el rostro, como si tuviera "cara de bomba a punto de estallar".
•Salga a caminar un rato.
•Póngase en los zapatos del otro.
•Imagínese algo agradable, placentero.
Ejercicio con moderación
La actividad física siempre está indicada como una norma que debe mantenerse en los hábitos de vida saludables, además es vital para la prevención de las enfermedades del corazón. La Fundación Venezolana del Corazón, FVC, a través de las filiales regionales, ha realizado encuestas de prevalencia sobre el sedentarismo en Venezuela, las cuales han arrojado una cifra alarmante: El sedentarismo en el país se ubica entre 60 y 85%.
Afortunadamente, en los últimos años se ha dado un positivo incremento de las carreras y maratones que promueven el ejercicio como una forma sana de manejar los factores de estrés psicológico y cuidar la salud del corazón. Sin embargo, el doctor Igor Morr, cardiólogo, especialista en hipertensión arterial, advierte que hay que tener cuidado con los excesos y los extremos:
"No todos tienen la misma capacidad física, por eso hay que adaptar la actividad a cada quien. Hay un punto básico que tiene que ver con la intensidad, frecuencia y duración del ejercicio", explica Morr, quien fue el asesor en el área cardiovascular de la Sociedad Venezolana de Medicina del Deporte y el cardiólogo del Aragua Fútbol Club. Estas son sus indicaciones:
Intensidad: La persona debe conocer su frecuencia máxima. Para calcularla se resta 220 menos la edad y da un valor. Pero lo ideal es no llegar a ese valor máximo porque se incrementa el riesgo de problemas cardiovasculares.
Para hacer una prescripción adecuada del ejercicio debe llevarse a niveles adecuados el entrenamiento; es decir, a niveles sub-máximos que están calculados sobre 80% de la frecuencia máxima.
Duración: Normalmente, la práctica del ejercicio debe tener un límite de tiempo, que se determinará por el alcance de la frecuencia cardíaca sub-máxima. Generalmente, la duración puede estar comprendida entre 45 minutos y 1 hora.
Frecuencia: La ejercitación debe ser constante, aunque sea mediante la realización de caminatas intercaladas, ejecutar 1.000 pasos al día es muy beneficioso y más si se hace de forma continua y no dejarlo todo para el fin de semana.
Por su parte, el doctor Miguel Herrera, corredor maratonista, destaca que hay que aprender a escuchar las señales que indica el cuerpo cuando algo no es usual. "En el caso de las arritmias quizás el paciente no sabe que las padece, por eso es importante que cuando su cuerpo le indique que algo no está bien, acuda al médico. Un signo es sentir dolor, de allí que sea un gran error creer que 'mientras más duele más funciona el ejercicio'".
"Un error muy frecuente es la falta de calentamiento previo y de enfriamiento al final. Una persona sedentaria que no hace ejercicio frecuente debe comenzar con una caminata interdiaria de 20 minutos y aumentar duración y frecuencia. Una vez que tenga cierto progreso empieza a incrementar la intensidad", subraya Herrera.
Señales que alertan sobre un entrenamiento inadecuado
Generalmente suceden cuando la persona supera la FC máxima
•Disnea súbita: Sensación de falta de aire (no poder hablar con facilidad cuando está ejercitándose).
•Mareos: Ocurren por falta de oxigenación durante el entrenamiento. El cerebro es muy susceptible a los cambios de suministro de oxígeno.
•Trastornos de visión.
•Sensación de peso u opresión en el área del tórax, distinta a un dolor muscular.
•Sudoración en exceso a pesar de la cantidad de ejercicio o la frialdad, indican que hay un trastorno de irrigación en el cuerpo que puede ser secundario a una patología.
•Ponerse muy rojo.
•Palpitaciones extrañas: Sentir que el corazón se tiene en la boca o que dio un vuelco de repente o se detuvo.
Coordenadas
•Dr. Iván Mendoza. Instituto de Clínicas y Urología Tamanaco. Telf.: 993.2866. Correo: imivanjm@gmail.com.
•Dr. Igor Morr. Telfs.: (0243) 245.1963 y 246.4637. Correo: igormorr@hotmail.com.
•Dr. Miguel Herrera Telf.: (0426) 636.9826.
•Fundación Venezolana del Corazón, FVC Correo: fvcorazon@gmail.com.
• www.svcardiologia.org
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